Con profunda alegría y eterna gratitud a cada una de las personas que hicieron posible su peregrinar, ha retornado al país el grupo de jóvenes del Colegio San Gabriel Arcángel que participó en la Jornada Mundial de la Juventud 2016, en Cracovia, Polonia.
Testimonio Alvaro Leficura «La JMJ fue para mí lo más hermoso que he vivido, desde hablar con jóvenes de otros países que sienten lo mismo que nosotros, que sienten a Jesús en su corazón como nosotros, hasta ver a Jesús a través del Papa y los jóvenes. Llegar a participar en la JMJ fue toda una odisea, la cual valió la pena sin duda alguna, me sirvió para mejorar mi conexión con Dios, para sentirme más cerca de personas que ya no están conmigo.
Cada discurso que dio el Papa Francisco me llegó al corazón, incluso emocionándome hasta las lágrimas. Es hermoso ver a tanta gente de distintos países reunida por algo bueno, sin diferencias, ninguno es mejor que el otro. A pesar de que tenía un poco de preocupación por lo que se ha visto últimamente en los países cercanos, sabía que con la ayuda de Dios nada iba a pasar. Viviría la JMJ una y mil veces mas»
Testimonio Catalina Torres: «Fue una experiencia inolvidable, demasiadas emociones dentro de mí que son imposibles de explicar. Creo que todo joven cristiano debería vivir una Jornada Mundial de la Juventud, es increíble ver como hay millones de jóvenes a quienes nos mueve lo mismo: es el amor de Cristo.
El poder oír lo que el Papa nos quería transmitir fue muy emotivo (…) el haber escuchado el testimonio de la niña Siria hizo que me diera cuenta que a pesar de todo el horror que mucha gente vive, igual tratan de buscar una fuente de luz y de salvación en Dios. La fe no es algo de algunas personas que tienen muchas cosas por agradecer si no que también los que tienen que pedir. Realmente doy gracias a Dios, a mi familia y a toda la gente que nos apoyó en todo momento para que esta experiencia y este testimonio fuera posible».
Testimonio Ailén Morales: «Haber participado en esta gran peregrinación juvenil fue realmente maravilloso, me hizo darme cuenta que no estamos solos, que somos muchos los que seguimos a Cristo y que a pesar de las distintas lenguas y nacionalidades, todos entendemos el Lenguaje de Dios.
Mi corazón ya no da más de tanta alegría y amor y por sobre todo, estoy llena de esas ganas de seguir a Cristo y de contagiar a todos quienes lo necesitan a pesar de que sean muchas las dificultades y también muchos los que están en contra de la Iglesia y de Dios porque confio y doy testimonio de que si somos misericordiosos como el padre, podremos ayudar a muchos que necesitan a Cristo en sus vidas.
Por otra parte, en poco tiempo he aprendido a valorar a quienes me quieren y a los que me rodean. Fue hermoso saber que habia tanta gente unida en oración mientras nosotros estabamos en el encuentro, decirles que nosotros rezamos mucho por ustedes.
Doy gracias a Dios por quienes ayudaron a que mis amigos, la profesora y yo llegaramos a vivir tan linda experiencia de vida que sin duda marcó un antes y un después.
Todos somos y fuimos parte de esta Jornada, no importa que no hayan ido físicamente, nosotros los llevamos en nuestros corazones y todos estuvimos presentes a los ojos de Dios. Ahora, como dijo el Papa Francisco «El futuro está en tu corazón, en tu mente y en tus manos». Un abrazo en Cristo y espero en Dios que como Diócesis vayamos muchos más a Panamá 2019″
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